martes, 28 de abril de 2009

Ejercicio nueve. El fragmentarismo

Desgajar un fragmento de una historia más larga, sin contar lo que pasa antes ni lo que pasa después, aumenta el misterio y la emoción.

Os copio un ejemplo extremo de Federico García Lorca.

SORPRESA

Muerto se quedó en la calle
con un puñal en el pecho.
No lo conocía nadie.
¡Cómo temblaba el farol!
Madre.
¡Cómo temblaba el farolillo
de la calle!
Era madrugada. Nadie
pudo asomarse a sus ojos
abiertos al duro aire.
Que muerto se quedó en la calle,
que con un puñal en el pecho
y que no lo conocía nadie.

¿Quién es el muerto? ¿Quién y por qué le ha clavado en el pecho ese puñal? El poema es un fragmento de una historia que seguramente ni el mismo poeta conoce.

Otro ejemplo de un ámbito que parece muy distinto: una canción de la Orquesta Mondragón. (Aunque quizá no sea tan distinto; el autor de la letra es un poeta actual, Luis Alberto de Cuenca.)

BUBLE, BUBLE

Abrí la puerta. Mi cabeza estaba a punto de estallar.
Tiré la gabardina, bebí un trago, me eché el pelo hacia atrás.
La vi muerta en el baño envuelta en sangre y en oscuridad.
No se dio la vuelta y las burbujas parecían cantar...
Buble, buble buble, buble, buble, buble, buble, bu, bla, bla, bla.
Buble, buble buble, buble, buble, buble, buble, bu, bla, bla, bla.
La herida me latía en el hombro como un corazón
y mis manos temblando acariciaban su ropa interior.
Cerré sus ojos y cubrí su cuerpo con su negro visón.
Cantaban mientras tanto las burbujas su misma canción...
Buble, buble buble, buble, buble, buble, buble, bu, bla, bla, bla.
Buble, buble buble, buble, buble, buble, buble, bu, bla, bla, bla.
No sabía que hacer, quería irme.
Si me quedaba allí o si me iba, me encontrarían.
Ella era mi esperanza y yo sentía la muerte llegar
No se daba la vuelta y las burbujas parecían cantar
Buble, buble buble, buble, buble, buble, buble, bu, bla, bla, bla.
Buble, buble buble, buble, buble, buble, buble, bu, bla, bla, bla.
De lejos me llegaba Sinatra cantando Blue moon.
Sentí que me escapaba de la vida, me faltaba la voz.
Doble la gabardina sobre el brazo y le dije adiós.
Cantaban para siempre las burbujas su misma canción.
Buble, buble buble, buble, buble, buble, buble, bu, bla, bla, bla.
Buble, buble buble, buble, buble, buble, buble, bu, bla, bla, bla.

Como habréis adivinado, el ejercicio que tenéis que hacer es narrar un fragmento de una historia, con un principio y un final abruptos. Puede ser un fragmento de una historia conocida o el fragmento de una historia que no conozca nadie. A ver si conseguís que sea misterioso y emocionante.