lunes, 22 de junio de 2009

Ejercicio once

Disfrutad de las vacaciones: del sol, de la playa ... y de buenos libros.

lunes, 8 de junio de 2009

Ejercicio diez. Un encuentro

Un tipo de composición de la poesía medieval que hemos visto en clase nos puede servir como modelo para un relato breve: la serrana.
Recuerda que lo que caracteriza a la serrana es el argumento: el encuentro entre un caballero y una mujer de campo. De ese encuentro creo que es fácil que surja un relato. Por supuesto, no lo tenéis que escribir en verso.

A las tres serranas que hemos visto en clase os añado otra del Marqués de Santillana. En ella, la serrana es brava y pretende asaltar al caminante. [Como la serrana de Malangosto del Arcipreste; aunque esta no es sarnosa, ruin y fea, sino la más bella de los pinares y de Navalagamella.] Pero el Marqués no es el Arcipreste y la vence y la deja tirada entre los tomillos.

[La ortografía no está modernizada. Recuerda la u y la v eran la misma letra y cualquiera de las dos formas podía representar a la consonante y a la vocal.]

Por todos estos pinares
nin en Naua la Gamella,
non vi serrana más bella
que Menga de Manzanares.

Descendiendo’l Yelmo ayuso,
contra´l Boualo tirando
en esse valle de suso,
vi serrana estar cantando;
salúela, segund es uso,
e dixe: “Serrana, estando
oyendo, yo non m’excuso
de fazer lo que mandares”.

Respondióme con vfana:
“Bien vengades, caballero;
¿quién vos trae de mañana
por este valle señero?
Ca por toda aquesta llana
yo no dejo andar vaquero,
nin pastora, nin serrana,
sinon Pascual de Bustares.

“Pero ya, pues la ventura
por aquí vos ha traýdo,
conuien’ en toda figura,
sin ningund otro partido,
que me dedes la çintura
o entremos a braz partido;
ca dentro en esta espesura
vos quiero luchar dos pares”.

Desque vi que non podía
partirme d’allí sin daña,
como aquel que non sabía
de luchar arte nin maña,
con muy grand malenconía,
arméle tal guadramaña
que cayó con su porfía
çerca d’unos tomellares.