lunes, 14 de noviembre de 2011

Ejerccio cuatro. El narrador.

¿Quién es el que cuenta el cuento? Sin respondernos a esta pregunta nunca entenderemos ningún cuento.

Recordemos que nada es verdad ni mentira sino que todo es según el color del cristal con que se mira y en un cuento miramos a través del color de los ojos del narrador. El lobo de Caperucita o el ogro de Pulgarcito, ¿nos contarían sus respectivos cuentos tal como los conocemos?

En los cuentos tradicionales el narrador es una tercera persona que parece Dios: es invisible y sabe lo que piensan y por qué actúan los personajes y nos lo cuenta. A este tipo de narrador se le da el nombre de uno de los atributos de Dios; le llamamos NARRADOR OMNISCIENTE, que significa que es un narrador que todo lo sabe.

Si el narrador es un personaje que participa en la acción lo primero que pierde es la omnisciencia. Ya sólo sabe lo que piensa él y por qué actúa él y, también, lo que ve y lo que le han contado. Pero además, también pierde credibilidad. Por vanidad o por interés puede disimular los aspectos del relato que le perjudiquen y agrandar los que le beneficien. Puede tergiversar y puede mentir. Lo que cuenta ya no es tan seguro como si es Dios quien lo cuenta. A este narrador se le llama NARRADOR INTERNO. Si es el protagonista se le llama NARRADOR PROTAGONISTA y si no es el personaje principal se le llama NARRADOR TESTIGO.

El ejercicio que os propongo consiste en manipular un cuento tradicional, cambiándole el narrador. ¿Cómo sería el cuento de Blancanieves contado por la madrastra? ¿Y el del porquerizo contado por la princesa? Pues algo así es lo que tenéis que escribir. Pensad en un cuento tradicional (o una historia que todo el mundo conozca), elegid uno de sus personajes y contad la historia desde su punto de vista, en primera persona. Puede ser un narrador protagonista o un narrador testigo.

NOTA: Podéis contar sólo una parte del relato e incluso modificarlo algo si lo estimáis necesario.

Seguro que lo hacéis muy bien. ¡Hala!

martes, 1 de noviembre de 2011

Ejercicio tres. Un recuerdo infantil.

Este tercer ejercicio (seguro que no sabéis cuáles son el primero y el segundo, pero no importa mucho) va a consistir en contar un recuerdo infantil. Os sugiero uno de especial importancia en la biografía de cualquiera: el primer día de colegio. ¿Os habíais separado antes de vuestros padres? ¿Fuisteis valientes en ese duro trance? ¿Cómo fue vuestra primera o primer profesor? ¿Qué tal vuestros compañeros?...
Rebuscad en vuestra memoria y a ver que tal os sale.